lunes, noviembre 17, 2014

Impresiones del que pasa veloz sobre cinco países de Europa parte 13

Descubriendo el Museo del Louvre







En la tarde como las 14 horas me dirigí hacia el museo del Louvre. Adentro uno se encuentra con varios niveles de tiendas que ofrecen de todo desde comidas hasta recuerdos para los turistas que en gran cantidad de encuentran en el lugar.
Compre una entrada general de 12 euros y no tome la opción de audio guía. Camine y camine por las diversas galerías a ver que me encontraba.
Este museo consagrado a las artes anteriores al impresionismo entrega sorpresas, revelaciones al que llega hasta acá. Uno fácil podría pasar un día solo contemplando y estudiando una pieza de la colección.

Los turistas especialmente japoneses se reúnen lleno de sus cámaras alrededor de la estrella de este lugar La Gioconda de Leonardo da Vinci. Uno puede analizar el objeto la pintura, pero es interesante ver el entorno al del viajero que busca atrapar algo de la magia de esa enigmática sonrisa. Es la necesidad del registro, de guardar una imagen, más que del valor, el significado de la obra en si, es la necesidad de tomar un momento,  un tiempo, donde lo instantáneo, un saber disipado ante una información que invade todo, pero entender es un paso tan lejano como esa mirada enigmática de la obra de da Vinci que dejo al cruzar otro espacio.
Es impresionante la calidad de las obras del renacimiento italiano que se aprecian parece como si fuera realidad aumentada, como una 3 dimensión. La pintura tiene vida propia. Más que grandeza de un más allá, sus autores tratan de atravesar la realidad, sus limites y posibilidades.
Avanzo siguiendo mi secreta fascinación por las culturas de la antigüedad Mesopotamia con sus dioses ancestrales y su cultura esencia de la civilización como es el código Hamurabi, parece que el orden, la necesidad de definir lo desconocido, está en la esencia humana, pero que pasara cuando salgamos de este planeta para explorar otros mundos, superaremos las barreras de nuestro pensar?, son ideal que fluyen al avanzar.

Pasan las horas, entiendo que cada objeto es un tiempo. Un instante de un aliento que ya no está y que dejo su mensaje a la posteridad, mientras el viajero pasa en su ir y venir tras lo inolvidable.