lunes, septiembre 15, 2008

Viaje a Chaitén por fiestas patrias


José Miguel Fritis, Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Chaitén, y Marcelo Torres, Gerente General de Naviera Austral S.A., hicieron el día de hoy una conferencia de prensa en el Gran Hotel Don Vicente de Puerto Montt, ubicado en Avenida Diego Portales 450 de esta última ciudad. la finalidad de este evento era compartir el programa de actividades de la celebración del 18 de septiembre en Chaitén.
En la nave Don Baldo cuya capacidad es de 270 pasajeros, partira el 17 de septiembre desde Puerto Montt con un grupo de chaiteninos haciendo escala en Castro para recoger a los que están alojados en Chiloé llegando cerca de las 9 de la mañana del 18 de septiembre a las costas de Chaitén. A mediodia se hara un acto en dicho pueblo que a sido afectado desde el mes de mayo por la erupción del volcán Chaitén cuya actividad sigue sin mostrar signos aún de termino en su proceso eruptivo.

UNA NUEVA MIRADA A LA GOLETA “ANCUD”


En la XI feria del libro de Puerto Montt realizada el 2005, me toco presentar el libro “La goleta Ancud” del sacerdote y periodista Abel Macías Gómez, un trabajo hecho por el que fue un entusiasta divulgador de la historia local, más que un profesional de esta disciplina del desarrollo de la sociedades humanas.

Fue un momento que me hizo pensar que este episodio histórico merece una nueva mirada, más compleja, que hable de los caminos por donde a transitado la formación de la identidad del chilote al penetrar en la modernidad. Si, el viaje de esta goleta de guerra de 30 toneladas, iniciado un 22 de mayo de 1843, significo más que el cumplimiento de un objetivo geoestratégico del gobierno chileno, encabezado en ese tiempo por el general Manuel Bulnes, de tomar la región magallánica, deteniendo cualquier tentación de potencias extranjeras de ocupar este lugar para su beneficio (deseo que experimento Francia al recibir noticias de las corbetas “ L´astrolabe y Zelée en 1838 pero que no desarrollo) , también cumplió un propósito de profunda repercusión en la conciencia de esta gente del sur, al ser parte de esta hazaña tripulantes que habitaban en la isla grande Chiloé.

Simbólicamente, la República con sus valores y sus instituciones se arraigaron en sus mentes, entraban en una historia común, donde el estado moderno transmite los mensajes institucionales que van a ir arrinconando los autonómicos universo de sus sueños donde corre el Trauco y baga la Pincoya, alejando los lejanos gritos de la España colonial con sus sólidos aparatos de control social, la iglesia y la presencia del militar fronterizo, para entrar la burocracia estatal a ocupar todo los espacios, incluyendo el control de los cuerpos ( salud y educación), donde la bandera nacional que flamea en el Estrecho de Magallanes un 21 de septiembre de 1843 poniendo fin a la misión de la Ancud es el triunfo de la verdad de un estado centralista, sobre cualquier intento de defensa de un espacio para jugar hacer distinto, independiente de los valores de los dueños del poder en la capital , Santiago, tan lejana, a una vida donde la lluvia y la tierra hacen que todos dependan uno de otros.

También el viaje de la Goleta Ancud, debe ser estudiado buscando reconstruir la percepción de lo que no están, o simplemente van desapareciendo de nuestros ojos pidiendo a gritos ser escuchados, me refiero a los pueblos indígenas de los canales y las islas del sur, para ellos fue el comienzo del fin, sus territorios de caza, pesca y recolección de los alimentos para sus subsistencia fueron ocupados y dominados por el penetrante estado chileno que clavó su presencia más visible el 30 de octubre de 1843 con el Fuerte Bulnes que los tripulantes de la goleta construyeron, mientras los indígenas del lugar no sospechaban que la muerte iba penetrar en el centro de sus sociedades, invitado por el “progreso” que traería las enfermedades y las balas que acabarían con su singular voz , entre ellos, de los Selknam en esta australes latitudes.

No podemos olvidar una imagen, la visión de esta tierra austral como última frontera. Surgen con fuerza el rostro de Bernardo Eunom Phillipi, un romántico viajero Prusiano, que navega en la Ancud, siguiendo los limites que la razón occidental tan golpeada por el espíritu rebelde del siglo XIX se ve obligada a ver, invitando la libre expresión del pensamiento. Y el marino que supera el viento y la tormenta, para navegar en busca de la aventura en esta tierra extraña, se refleja en la mirada del británico chilenizado Juan Willians Wilson o Juan Guillermos como gustaba que lo nombraran, que quizás recordaba dirigiendo la expedición de la Ancud, la sombra de su padre que habitaba en su memoria navegando en los mares de la India.

Por último podemos decir que con el viaje de la goleta Ancud, la Patagonia se abre entera al chilote que va tras mejores perspectivas económicas , no le importa la fronteras , si es territorio chileno o argentino, simplemente es Patagonia, distancia, viaje , donde sus nombre y sus expresiones se clavaran en cada lugar y accidente geográfico, para iniciar nuevas pesadillas y sueños, que no nos pueden dejar indiferente, como este viaje, donde la modernidad entro de lleno en el sur del mundo.